PASADAS
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CASA, BúNKER, RUINA 20 noviembre, 2014 - 17 enero, 2015
  • El búnker

    El búnker, 2014

    Fotografía color sobre papel RC, 45 x 60 cm.

  • Adán

    Adán, 2014

    Carboncillo y barra grasa sobre papel caballo, y óleo sobre vidrio. 156 x 71 cm. 

  • Eva

    Eva, 2014

    Carboncillo y barra grasa sobre papel caballo, y óleo sobre vidrio. 156 x 71 cm. 

  • Guggenheim

    Guggenheim, 2012

    Barra grasa y carbón sobre papel Hahnemühle. 96 x 124 cm.

  • Torres gemelas

    Torres gemelas, 2012

    Barra grasa y gouache sobre papel Hahnemühle. 62 x 40 cm. 

  • Julian Opie I

    Julian Opie I, 2014

    Barra grasa sobre piel de vaca.109 x 94 cm. 

  • Vista de la exposición

    Vista de la exposición, 2014

  • Marina Abramovic I

    Marina Abramovic I, 2014

    Pirograbado sobre papel amate. 59 x 40 cm. 

  • Vista de la exposición. Marina Abramovic II

    Vista de la exposición. Marina Abramovic II, 2014

    Pirograbado sobre papel amate. 59 x 80 cm. 

  • Vista de la exposición. Julian Opie II

    Vista de la exposición. Julian Opie II, 2014

    Barra grasa sobre piel de vaca. 54 x 37 cm. 

  • Torre Eiffel

    Torre Eiffel, 2014

    Encáustica, óleo y barra grasa sobre papel Hahnemülle, 100 x 70 cm.

  • Vista de la exposición

    Vista de la exposición, 2014

  • Vista de la exposición

    Vista de la exposición, 2014

  • Búnker B

    Búnker B, 2013

    Fotograbado y monotipo sobre papel. 34 x 40 cm

  • Búnker C

    Búnker C, 2013

    Fotograbado y monotipo sobre papel. 34 x 40 cm.

  • La Casa, el búnker, la ruina.

    La Casa, el búnker, la ruina. , 2014

    Video HD 31 min.

  • Vista de la exposición

    Vista de la exposición, 2014

  • Vista de la performance

    Vista de la performance, 2014

    Performance realizada el día de inauguración por los coleccionistas Fátima Cortés y Benjamín Escobar

  • Vista de la exposición

    Vista de la exposición, 2014

    Vista general del espacio intervenido en la performance

  • Performance Fátima Cortés. Detalle

    Performance Fátima Cortés. Detalle, 2014

  • Performance Benjamín Escobar. Detalle

    Performance Benjamín Escobar. Detalle, 2014

HOJA DE SALA

 

CASA, BÚNKER, RUINA es la historia de cómo se procesan las formas e ideas dentro de una conciencia en cuarentena, o cómo muta la interpretación de la realidad cuando el orden de las cosas se trastoca.

Este cambio drástico es, en este caso, un desastre nuclear. La conciencia en cuarentena es el búnker, y las imágenes e ideas que mutan y cambian están representadas por una colección de arte contemporáneo, copiada de manera precaria para posteriormente proceder a su destrucción preservando, al menos, imágenes de las piezas que la componen. El hongo es la forma que manifiesta una explosión atómica. También hongos aparecen sobre la materia orgánica en descomposición o excrementos. El hongo es el síntoma de un fin, de una nueva forma de vida que crece sobre aquello que ha completado un ciclo: espacios, organizaciones, instituciones, sistemas...

Esta idea se desarrolla en tres estadios:

- Para solucionar los problemas que una realidad en crisis nos plantea, hemos de reconfigurar y adaptar los productos de la cultura a nuestras necesidades. Esto es, hacer ready-mades con los objetos culturales, no para hacer de ellos una (otra) obra de arte, sino un utensilio válido para afrontar los retos que plantea la supervivencia.

- Esa transformación se realizará en un estado de la conciencia muy especial: una especie de cuarentena, un aislamiento que sirva para digerir. En este estómago-cráneo-búnker (una especie de máquina del tiempo), una serie de objetos artísticos son transformados del mismo modo que un pastel se convierte en excremento tras pasar por nuestro aparato digestivo. El mundo se transforma radicalmente mientras se habita un búnker. Y el búnker, a su vez, transforma radicalmente a los que lo habitan y a sus conciencias, cambia su forma de percibir e interpretar el mundo.

- En el lapso de tiempo que se habita un búnker, ya sea una noche, 40 noches o mil años, todo cambia. El mundo ha cambiado y la información y la cultura han sido sepultados, los objetos se han transformado en vestigios que necesitan ser explicados. De esta forma, los restos y residuos son reconducidos a una nueva narración.

Los dibujos encontrados por los niños en la pared son los vestigios de una breve y condicionada historia del arte contemporáneo. Breve y condicionada porque está basada en las piezas adquiridas por unos hipotéticos coleccionistas de arte contemporáneo. Su selección responde a sus gustos, la fluctuación del mercado, la influencia de los galeristas sobre sus decisiones, su conocimiento condicionado de las obras y artistas disponibles... Es decir, de un tipo de azar.

Esas formas, separadas de toda la información cultural que las justifique, son interpretadas por un habitante del escenario post-apocalíptico en clave antropológica muy distinta: la mitología huichol. De este modo, las reproducciones de las obras de Jeff Koons, Albert Oehlen o Alighero Boetti se interpretan como representaciones huicholes de realidades como el venado, el peyote o las águilas. La destrucción de información que se produce mientras duran la catástrofe y la cuarentena es tal que se hace necesario reescribir la historia de cuanto nos rodea. Esta urgencia deviene en explícita con la narración del abuelo, que necesita justificar de cualquier manera la presencia de estas manifestaciones plásticas en semejante lugar ruinoso.

En este escenario, uno de los objetos más débiles sería el vídeo. Una catástrofe magnética acabaría con las imágenes de vídeo, la información digital, todo aquello conservado en cintas o discos duros. Es por ello que propongo una traducción a formatos analógicos, físicos y primitivos de las ideas contenidas en algunas de las piezas digitales y analógicas más emblemáticas del siglo XX y XXI.

Entre las obras de la exposición encontramos unos dibujos sobre la pared realizados el día de la inauguración por los coleccionistas Fátima Cortés Leote y Benji Escobar Gari. Esos dibujos son las reproducciones de dos de las obras que componen la colección de cada uno. Estos vestigios permanecerán en la galería bajo múltiples capas de pintura blsanca que se sucederán exposición tras exposición.

 

Daniel Silvo (Cádiz, 1982) define su aproximación al arte como una suerte de pista de pruebas donde experimentar con ideas contradictorias y experiencias extremas.

Se doctoró en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. Gracias a diversas becas de residencia e investigación se ha formado en Berlín (Universität der Künste), Aix-en-Provence (Pépinières européennes pour jeunes artistes), Bilbao, Madrid, Cuba, Utrecht (IMPAKT Foundation) y San Luis Potosí (México) (EMARE, en el Centro de Arte y Nuevas Tecnologías). Ha participado en exposiciones colectivas en centros internacionales como el Museo Reina Sofía de Madrid, la Fondation Cartier Paris, Laznia Centre de Gdansk, Matadero y Tabacalera en Madrid, entre muchas otras; y ha expuesto de forma individual en las galerías Isabel Hurley, Marta Cervera, Centro Cultural de España en México DF o la École Súperieure d’Art d’Aix-en-Provence. Asimismo, ha participado en interesantes proyectos en centros experimentales del interés de Flora ars+natura, de Bogotá, y la Galería del Comercio en Méjico DF.

Recientemente la Fundación BBVA le ha concedido una beca para la producción del vídeo Viento y polvo, algunos de cuyos dibujos preparatorios se presentan en primicia en esta exposición. La comisión ha valorado su original enfoque de la compleja situación fronteriza entre Estados Unidos y México, a la vez que revisión del Land Art. Un proyecto que combina la creación artística y el comisariado en una road movie.

 







 

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