PASADAS
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FICTIONAL REALITY 10 junio - 31 julio, 2010
  • After Hours

    After Hours, 2008

    Lambda-print, aluminio, 90 x 90 cm. 3+PA

  • Ascent

    Ascent, 2008

    C-Print, aluminio, 100 x 100 cm. 3+PA

  • Eventide

    Eventide, 2008

    Lambda-print, aluminio, 100 x 100 cm. 3+PA

  • Gleam

    Gleam, 2008

    Lambda-print, aluminio, 120 x 120 cm. 3+PA

  • Intervene I

    Intervene I, 2008

    C-print, aluminio, 120 x 120 cm. 3+PA

  • Intervene II

    Intervene II, 2008

    C-print, aluminio, 120 x 120 cm. 3+PA

  • Merry-Go

    Merry-Go, 2005

    Imprensión en gelatina de plata sobre aluminio, 50 x 50 cm. 3+PA

  • Norrtull

    Norrtull, 2008

    Lambda-print, aluminio, 90 x 90 cm. 3+PA

  • Safe

    Safe, 2010

    Lambda-print, aluminio, 90 x 90 cm. 3+PA

  • Shifting

    Shifting, 2008

    Fotografía sobre aluminio

  • Shifting Blue

    Shifting Blue, 2008

    Fotografía on aluminium, 100 x 100 cm. 3+PA

HOJA DE SALA

Ann Pettersson (Estocolmo, 1965) se sirve de la fotografía para crear una realidad ficticia. La artista deconstruye la visión convencional de aquello que nos rodea y revela un mundo diferente al que normalmente vemos como tangible. Pettersson se disocia de la representación literal al reaccionar ante las condiciones locales y manipularlas de tal forma que da lugar a imágenes ilusorias, a veces de ensueño.

Pettersson busca la periferia metropolitana y áreas subdesarrolladas, apenas modificadas por el hombre. Estos paisajes naturales y culturales aparecen en su trabajo como símbolos del estado de la condición humana, en los que también se deja entrever, parcialmente, una sensibilidad emocional. Proyecta sus propias reflexiones sobre el paisaje por medio de constantes intervenciones, otorgando a su relación con la escena -la actitud, la traducción y la intensidad- una presencia palpable en su trabajo. Pettersson reúne motivos tales como panorámicas de horizontes o elementos pictóricos muy detallados, de manera bastante literal, fotografiando repetidamente en la parte superior de uno y otro. Las olas parecen cruzarse entre sí (Blue), las hojas y las ramas posan como una cascada (Interval) y, detrás de las barras irregulares, al lado de la construcción, maquinaria pesada parece disolverse en el aire (Twin).

Rara vez aparece gente en su trabajo; el paisaje es experimentado sin la intermediación de la figura humana. De este modo, el observador se convierte en parte de la obra al participar activamente e identificarse con ella. Pettersson hace al observador cómplice de sus paisajes.

Ann Petterson reacciona a las costumbres establecidas y los supuestos básicos con los que la gente suele considerar su entorno, y pone estas expectativas a prueba al situar la imagen entre lo real y lo ilusorio. El paisaje como tema es flexible pero permanece auténtico, a pesar de la artificialidad que a veces muestran las imágenes. Pettersson examina y cuestiona el razonamiento que hay detrás de esto, para lo que se distancia formalmente de aquello que la razón dicta como tema. El carácter del paisaje siempre sirve de herramienta alegórica para crear la imagen. La naturaleza, lo antinatural, las intervenciones humanas y el paisaje urbano resultante son sopesados entre sí en varios niveles.

Pettersson realiza múltiples exposiciones en un solo negativo. Consigna a la memoria cada disparo y lo considera al seleccionar el siguiente motivo. La artista aúna estos motivos en una cadena o un desequilibrio, para formar una única imagen. El carácter del trabajo se aproxima al de un dibujo o una pintura. Los colores se entremezclan y sirven para distanciar la obra de los motivos originales. Pettersson desmonta la interpretación tradicional y documental del medio fotográfico a fín de examinar los límites de lo verosímil. En algunas piezas, los motivos pasan con cautela a un primer plano; como un recuerdo que se evapora en un abrir y cerrar de ojos. El tiempo transcurrido entre las exposiciones se hace entonces visible (como en Intermission). Mientras, en otras piezas los motivos se funden inextricablemente. Las imágenes emergen con una apariencia fotográfica sin adulterar.





Ann Pettersson y Mirta Demare







 

© 2011 Isabel Hurley