Amazonas de a pie
Exposición Colectiva: Maria Cañas, Nezaket Ekici

04 abril, 2014

María Cañas (Sevilla, 1972) y Nezaket Ekici (Kirsehir, Turkia, 1970), coinciden por primera vez en una exposición de vídeo, cuyo título adelanta el espíritu combativo y sentido del humor que comparten. Defienden una postura ante la vida y el arte que cuestiona todo aquello que, pese a su aceptada respetabilidad e institucionalidad se desmorona bajo el efecto arrasador de su talante crítico y mordaz.

Durante dos semanas se podrán ver en el espacio de la galería unos vídeos que, si bien no son recientes, están inéditos en la ciudad y alguno de ellos nunca se ha proyectado en un espacio comercial. En ellos, desde poéticas diferentes elaboran discursos similares en torno a temas diversos, con el vínculo que una mirada femenina y tierna, valiente y sin miedo a romper o abordar tabúes, posada en ellos les ha conferido; una mirada capaz de enfundar en guante de seda su mano de hierro.

María Cañas Licenciada en Bellas Artes, cursó el Doctorado en Estética e Historia de la Filosofía en la Universidadde Sevilla y un máster en Postproducción digital en la C.E.A. Es directora de Animalario TV Producciones, una plataforma de experimentación artística en variados campos: videocreaciones, videoclips, instalaciones, imagen digital, televisiones online, proyectos en Internet, yoguitech, talleres y gestión culturales. Así como de www.animalario.tv, un contenedor dedicado a la cultura del reciclaje.

Sus obras invitan a reflexionar sobre la extraña mezcla de diversión y tremendismo, de imaginería lúgubre y sensual que nos rodea, operando en el canibalismo iconográfico. Cañas dirige su mirada provocadora hacia situaciones y vidas al límite: la Fiesta Nacional, el universo del cerdo ibérico, el flamenco, la cultura milenaria del aceite de oliva, la televisión, el reality show, la pornografía, las relaciones amorosas, la obsesión consumista del turista occidental, el supermercado espiritual de Occidente, las sectas, fascismos, reyes pop y gurús. Con una cinefagia militante se introduce en los tópicos y géneros para dinamitarlos. Los fotomontajes y videocollages de Cañas pueden entroncarse en la tradición de francotiradores que cuestionaron los fundamentos del arte y el cine clásicos, por medio del cine experimental, el collage y el found footage, rompiendo las reglas del juego y tratando de explorar la verdad oculta de las imágenes.

Su obra se ha exhibido en galerías internacionales como Saint Pancras Crypt Gallery (Londres), Dean Project (N.Y), Juana de Aizpuru y Carmen de la Calle, en Madrid; Madrid; El Fotómata, Birimbao, Félix Gómez, La Caja China, Carmen Carmona, Murnau, La Nave Spacial y Espacio Iniciarte, en Sevilla, Carmen de la Calle (Madrid), ADN, Lluciá Homs,¡ y Espacio UAB, en Barcelona; Saatchigallery video on line; o Isabel Hurley, en Málaga.

En los últimos años centra su actividad en la partcipación en los eventos de audiovisuales mas importantes como LOOP’07-08-09-10; VIVA at MOCA, Seoul, Videoartworld (Korea), MOCA (Angeles, U.S.A.), Les Rencontres Internationales (París-Berlín-Madrid), Cinema/Image- Lo- carno Festival, Malba (Buenos Aires), Is this Spain? Saint Pancras Crypt Gallery (Londres), Festival internacional de Cali,(Colombia); Frágil, Centro Cultural de España, en Montevideo), , Transmediale, Berlín; Annecy Spanish Cinema Bienal, Oberhausen Short Film Festival Alemania; VISION:A: LOOP-Instituto Cervantes en Pekín-Milán-Lyon-Casablanca-Brasilia-Estocolmo-Caracas-Tokio; DUOLUM Museum of Modern Art of Shanghai; FIFVC Beirut; EX DOCS-XI Cine Latinoamericano, en Lima; Art Futura, VAD, Girona; Portland Underground Film Festival, Oregón, USA; MUSA, Muca-Roma y Pepena Fest, México; Medialab Panorama Digital, Madrid; Festival Holguin, en Cuba, Institutos cervantes de estocolmo, Praga, Dublín o Manchester; y una interminable lista de intervenciones y colaboraciones en actividades académicas, como lo es la de los medios y publicaciones que han recogido su trabajo.En el último Festival Internacional de Cine Europeo de Sevilla incluyó un ciclo sobre su trabajo, a modo de homenaje y en el Festival de Cine de Málaga 2014 se proyectará una de sus últimas creaciones, La Sevilla del Diablo, Premio a la mejor película en el Festival Márgenes, Cineteca Matadero, Madrid.

Ha recibido innumerables premios y su obra se encuentra en numerosas colecciones privadas e institucionales, como CAC Málaga, CAAC, Sevilla o Centro Cultural de España en Montevideo.

Nezaket Ekici estudió con Marina Abramovic en la Hochschule fur Bildende Kunste Braunschweig, donde obtuvo en 2003 el Grado en Bellas Artes y en 2004 el Máster. Anteriormente, estudió escultura en la Akademie der Bildenden Kunste, Munich (1996-2000,) consiguiendo el Máster en Pedagogía del Arte en 2000, en la Ludwig-Maximilians Universitat de Munich.

Trabaja sobre todo la performance, buscando crear momentos de conexión e interacción con sus variadas audiencias, re-performando una misma obra en diferentes localizaciones para así acumular experiencias en sus viajes por todo el mundo. Estos trabajos de performer son documentados en fotografía y vídeo, como en el caso que nos ocupa, Human Cactus.

Entre sus exposiciones mas recientes citamos Islamic Chapel, en la Stadtische Galerie, Ostfildern Germany; Personal Map, to be continued… en colaboración con Marta Herford, De Bond, Cultuurcentrum Brujas, Bélgica; y KlangKunstBuhne en la Universitat der Kunste Berlin. Recientemente ha participado en la colectiva Neighbours, Contemporary Narratives from Turkey and Beyond, para conmemorar el décimo aniversario de Istanbul Modern.

Se ha hecho acreedora a numerosos premios, incluidos los proyectos becados por el Goethe Institut, en Ghana (2012), Thessalonika (2011) and Tbilissi (2009).

 

Su trabajo se encuentra en numerosas colecciones públicas y privadas, incluyendo el Montréal Museum of Fine Arts de canadá; el Culturale Pamplona; la Foundation Frances, Senils, Francia, la Koç Foundation Contemporary Art Collection, Istanbul, Turkey; el Museo de Arte de Heidenhelm, Alemania; Marta Herford, Herford, Germany; Proje4L/Elgiz Museum of Contemporary Art, Istanbul, Turkey y en el Artist Pension Trust, New York City, NY, USA.

Con el espíritu de un historiador del arte, Montesinos quiere poner en valor ese universo heterogéneo no sólo como colmatación estilística o fenómeno artístico, también lo entiende como un pasaje de ida y vuelta: resultado/producto de un proceso social, económico y artístico tanto como vía para llegar a esos factores en esa ruta para la (auto)comprensión. Ciertamente, su propósito no es sólo constituirse en nueva oda o revisión artística de las producciones del Estilo del relax, participando del relato que lo proyecta como una mitología local, sino abordarlo desde sus implicaciones sociales e identitarias. El título de esta exposición revela el profundísimo vínculo que siente Montesinos con el universo del relax, que viene a modificar y configurar el lugar/territorio que siente como propio, en el que encuentra el sentido o el origen de un modo de ser y estar, un lugar que, en definitiva, es él. Lo que Montesinos pretende es proyectar sobre este objeto de estudio una mirada distinta, nuevas preguntas que conlleven respuestas que vengan a ampliar, completar y diversificar la interpretación y la fortuna crítica del mismo. Tal vez, por todo ello, podemos llegar a comprender la militancia que demuestra Montesinos respecto al valor intrínseco del universo del relax, a su posicionamiento en la convicción de su valor como indudable patrimonio. El artista no oculta cómo ese patrimonio es fruto de una modificación radical de la conurbación Costa del Sol, de esa suerte de ciudad-lineal que se desarrolla a lo largo de la N-340, de lo que técnicamente se llama ZoMeCS (Zona Metropolitana de la Costa del Sol), incluso de los orígenes y las derivaciones espurias y perversas del fenómeno económico que la sustenta, pero ello no es óbice para aceptar la trascendental y esencial ascendencia sobre su persona -y sobre el pueblo, paisanaje o comunidad- y la defensa de muchos de sus hitos y cultura material y simbólica como documentos culturales, antropológicos e identitarios.

El de Montesinos es, por tanto, un viaje tan científico –aquí la práctica artística se convierte en una ciencia social- como emocional. Documento y memoria parecen fundirse en su ejercicio, tanto como que aquellos elementos o pormenores sobre los que fija su mirada para interpelarse actúan con la doble condición de ser indicios y vivencias. Para ello, como compañero de viaje, cuenta con el concurso del comisario. Esta exposición, de hecho, viene a culminar más de una década en la que el Estilo del relax se ha convertido para ambos, para el artista y para quien esto escribe, en recurrente tema de conversación y reflexión que ha alumbrado distintas experiencias compartidas, ya sean expositivas, como el proyecto Forjando identidades. Construyendo escenarios (Genalguacil Pueblo Museo, 2019), o de producción artística y de conocimiento. De hecho, muchas de ellas han resultado profundamente significativas para este proceso de investigación, un auténtico work in progress, que metaforizamos como una suerte de viaje. Tanto es así, que algunos posicionamientos, materiales y soluciones que se observan en RLX, el lugar que soy proceden, siendo reformulados para esta ocasión, de aquellos capítulos anteriores.

En RLX, sobre el lugar que soy, Montesinos hace confluir algunos rasgos y procedimientos característicos de su poética con distintas nociones que quiere destacar del Estilo del relax, como su naturaleza de estilo de aluvión, de acarreo de materiales y de fórmulas arquitectónicas procedentes de la tradición vernácula y de la arquitectura del Movimiento Moderno, que pasaban a fundirse de un modo absolutamente desprejuiciado, libre e incluso bizarro. Para ello, el artista ensaya una propuesta eminentemente escultórica en la que descompone algunos de los principales edificios-icono, con una gran carga vivencial para él, en un repertorio de soluciones formales, materiales y rasgos estilísticos. Viendo estos dispositivos escultóricos, como el que se inspira en la icónica Residencia de Tiempo Libre de Marbella, acuden a nuestra memoria el ciclo de obras que Montesinos ha venido haciendo en sus Inopias, una fórmula que caracteriza, en buena medida, su trabajo último. Ante los circuitos de mini-golf del Hotel Mare Nostrum de Fuengirola, gracias al modo en el que se exponen, afloran las “áreas gráficas” a las que se entregó al principio de su carrera. El uso del DM y cierto desarrollo escénico que asumen algunas de las obras expuestas, permiten que encontremos en ellas algunas de las ideas-fuerza del proyecto Forjando identidades. Construyendo escenarios, relativas a la comprensión como escenografías, decorados o tramoyas de diversas construcciones y conjuntos para el ocio y el turismo que se desarrollaron en la Costa del Sol.

Montesinos, desde la precariedad de los materiales que decide emplear, logra soluciones y terminaciones verdaderamente próximas a las que los artífices de muchos de esos edificios brindaron como impronta estilística y formal a los mismos. Sorprende el uso del cartón acanalado o del cemento en algunos elementos y pormenores de sus piezas, de modo que nos traen fortísimas evocaciones de los procedimientos y materiales usados en el tercer cuarto de siglo XX, lapso en el que se desarrolló el Estilo del relax. En otras ensaya nuevas fórmulas escultóricas mediante el uso del DM, de manera que opta a la tridimensionalidad y a lo arquitectónico a partir de planchas. También, a modo de trampantojos –lo escenográfico, ese sentido de decorado al que antes nos referíamos-, incluye materiales míticos que identificamos con este universo, como es el caso de la recreación del gresite (azulejos o teselas) que alude a las piscinas y, en concreto a la del edificio San Miguel de Fuengirola. En otros casos, debemos destacar el carácter semántico de algunas soluciones formales, como la toalla colgada con la impresión de varias de las torres que Antonio Lamela diseñó para Playamar (Torremolinos) –evidencia, también, los nuevos usos de la fotografía, o directamente habla de la post-fotografía-. Una de las imágenes más usuales de los enclaves de turismo veraniego son esas acciones espontáneas de los turistas que cuelgan sus toallas de playa en terrazas y ventanas. Esa política de gestos habla del fenómeno del sol y playa con el que tanto se vincula a la Costa de Sol como uno de los destinos paradigmáticos de nuestro país.

Montesinos, con algunos de sus dispositivos de exposición, consigue evidenciar el profundo carácter plástico que posee la arquitectura ligada al Estilo del relax, lo que la convierte en en proto-postmoderna, pues parte de ella encarna, desde los años cincuenta, valores hápticos, esculturales, plásticos y cierta reformulación de lo vernáculo que vendrían a ser descritos como rasgos esenciales de la venidera arquitectura post-moderna. Resulta clave el comentado acto de descomponer esos edificios en sus materiales y elementos esenciales, en mostrarnos el vocabulario que se articula en lenguaje o estilo, en destacar sus significantes. Sus obras, por mor de esto, pasan a ser ejercicios de metonimia. Es decir, algunos de esos fragmentos nombran irrevocablemente al edificio que los ampara.

Otra cuestión de largo alcance se desprende del conjunto de esta RLX, el lugar que soy. Una cuestión que viene, hasta cierto punto, a validar o demostrar cuán cierto es ese presupuesto que defiende Montesinos de cómo él es el lugar. Nos referimos a cómo su modus operandi a lo largo de su carrera artística está mediado por un concepto/comportamiento como el de deriva. Precisamente, en los proyectos que abordan la Costa del Sol parece emular algunas de las derivas que han venido a interpretar desde las prácticas artísticas este territorio. Esta exposición o su reciente documental Relax N-340, estrenado hace unos meses en el Contenedor Cultural de la UMA, parecen emular trascendentales viajes locales e internacionales, como el cortometraje, a modo de road-movie, que Guillermo Pérez Villalta grabó, en 1982, para el mítico programa de TVE La Edad de Oro; o el viaje que realizaron Diego Santos, Carlos Canal y Juan Antonio Ramírez por la N-340, en 1986, como trabajo de campo para escribir el libro que da nombre al Estilo del relax, en el que se teorizó éste. Este último viaje podría ser considerado un réplica del que realizaron Robert Venturi, Steven Izenour y Denis Scott Brown por el strip de Las Vegas en 1968 y del cual surgió Aprendiendo de las Vegas, un libro que anunció la post-modernidad.

Por todo ello, entrar en esta exposición equivale a emprender un ejercicio de deriva, a través de hitos e iconos del relax, por ese territorio del que es natural Montesinos. Pero, seguramente, una vez que emprendan esa deriva, ustedes, como el artista y el comisario, sientan que inician un viaje por su memoria, por aquello que les identifica y por el lugar que son.

Juan Francisco Rueda

Comisario

Obras

Prensa

Actividad realizada con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte