Conservar y Divulgar
Daniel Silvo

27 de enero – 24 de marzo de 2017

El vídeo es uno de los soportes más inestables en el arte contemporáneo, y el mármol, en cambio, es un material resistente a través del cual ha llegado hasta nosotros la estatuaria egipcia, griega y romana. Esta acción de copiar en un medio duradero como es la piedra guarda relación con la Piedra Rosetta, una pieza clave en la historia que ayudó a descifrar la escritura jeroglífica egipcia. Copio sobre mármol estas piezas de vídeo para conservarlas y transmitirlas a las generaciones futuras, como si de una cápsula del tiempo se tratase.
La traducción y copia de estos vídeos en piedra protegerá y conservará las ideas que estos artistas han querido comunicar con su obra. El objeto fetiche desaparecerá, la cinta, la película o la información digital podrán perderse, pero el conocimiento permanecerá a través de esta nueva traducción y copia. Allí, protegidas por la tierra, podrán ser encontradas por los arqueólogos de civilizaciones futuras que darán un nuevo sentido a esas formas e imágenes.

Reelaboración de la idea de Land Art. Si los non-sites de Smithson hacían entrar rocas y material de construcción de los alrededores de Nueva Jersey en la galería, COPY invierte esa acción: saca objetos propios de la galería y los abandona en cualquier lugar. Esta forma de operar sería coherente también con el concepto de entropía que maneja Smithson: “no hay vuelta atrás” (Smithson 1973). Cuando desaparezcan los referentes de esas piezas llevadas al abandono, no podrá reconstruirse la cultura que sostiene a esos objetos, y su interpretación fiel será imposible o improbable.

Los Mirror displacements de Smithson, aquellos espejos que lleva el artista hasta la selva yucateca, no permanecen allí, sino que son transportados posteriormente hasta dentro de la galería. En los espejismos que yo planteo, transporto las imágenes desde la galería hasta el paraje natural, donde reflejarán allí una realidad totalmente diversa: la cultura y las referencias plásticas de un occidente artístico que carecen de sentido allí a donde van.

Dust/Polvo, 2016 (vídeo, 39′)
La tesis central de esta obra plantea que el videoarte es el pilar fundamental sobre el que se sustenta el land art. Estas modificaciones del paisaje han podido darse a conocer gracias a la fotografía y el vídeo, que han representado un papel fundamental en su desarrollo.
El land art es, por tanto, una importante inspiración para este proyecto, como también lo son el género road movie o el fenómeno de las cápsulas del tiempo, sencillas cajas de latón llenas de objetos populares enterradas para ser descubiertas años después.
Es también una forma de comisariado, ya que selecciono una serie de obras de artistas relacionadas entre sí y colocadas en distintos puntos del espacio.
El proyecto Dust/Polvo consiste en el abandono de cuatro obras de reconocidos artistas mexicanos en cuatro puntos cercanos a la frontera con México. Estos lugares, situados en los estados de California, Nuevo México, Arizona y Texas coinciden con los lugares de paso de los migrantes mexicanos en su ruta a los Estados Unidos. Esta idea surge al conocer el trabajo que los Tucson Samaritans realizan al sur de la ciudad de Tucson: abandonar bidones de agua, latas de conservas y mantas bajo los árboles de las áreas recorridas a pie por los migrantes.
Yo abandono estas cuatro obras de arte en estos lugares perdidos del paisaje estadounidense. Estas piezas, realizadas por los artistas Rafael Lozano-Hemmer, Felipe Ehrenberg, Sarah Minter y Alejandro Almanza, responden a una categoría de arte típicamente de galería, objetos cotizados en el mercado pero abandonados en lugares remotos y desconocidos.
Estos abandonos quedan registrados en un vídeo que recrea el viaje y la acción que se desarrolla en esa ruta que nos lleva desde el Pacífico al Golfo de México por las carreteras más al sur de los Estados Unidos. Dust/Polvo transforma obras de galería en piezas de land art, invirtiendo el proceso que hicieron artistas como Smithson llevando la naturaleza a la galería.

Expansión y subversión del espacio expositivo. Si el término escultura se empezaba a difuminar a causa de lo que Rosalind Krauss llamaba “escultura en el campo expandido”, en el caso de COPY lo que se oscurece es el término “galería”, o incluso el de “espacio de exposición”. Para justificar esta expansión del término, acudiré a una posible definición del espacio expositivo que he elaborado de una manera libre: espacio expositivo es aquel espacio delimitado por cada una de las obras que definen la exposición. Desde mi punto de vista no es, por tanto, la galería la que delimita el lugar donde deben colocarse las obras, sino las obras las que definen dónde se encuentra el espacio de exhibición. Esto mismo es lo que sucede en la Documenta de Kassel, el Skulptur Projekt de Münster, Madrid Abierto o las Noches Blancas de las ciudades europeas, proyectos expositivos que entienden perfectamente esta idea del espacio de exposiciones expandido. La particularidad de esta nueva expansión está en los límites. COPY no señala los lugares donde están enterradas las obras, tampoco propone unos límites abarcables, no es un recorrido realizable por animosos espectadores, capaces de caminar una ciudad con una mochila al hombro para ver todas y cada una de las obras que componen la exposición urbana. No, COPY acota un espacio tan grande como una amplia región de un país, y esos lugares donde se situará cada obra estarán separados por decenas de kilómetros de tierra y montañas. No habrá paredes, no habrá recorrido posible. Tan solo piezas inconexas para la experiencia, pero conectadas por una misma idea y por un gesto unificador realizado por el artista-comisario: un viaje a lo largo del norte de Marruecos.

¿Por qué en Marruecos?
Europa sería el lugar más peligroso e inhóspito para conservar estas piezas, para su durabilidad y comunicación con civilizaciones futuras, ya que su suelo está abocado a la explotación de cualquier tipo. El modo más rápido de salir de Europa es, en nuestro caso, a través del estrecho de Gibraltar.

La copia como forma de conservación
En COPY no sólo planteo la copia o traducción del vídeo al mármol, sino que también utilizo la copia fotográfica, un medio de reproducción múltiple que no implica la destrucción de molde o plancha alguna, permitiendo por tanto una reproducción de la imagen que tiende a infinito. De cada abandono tomo una fotografía, realizando una copia en color única, en papel fotográfico y enmarcada, pero a demás encontramos mil copias en blanco y negro de esa misma placa de mármol que acompañan la a imagen en color. Esas copias son adquiridas por el o la coleccionista junto con la fotografía en color, comprometiéndose a regalar, en el plazo de dos años, esas mil copias a mil personas diferentes, colaborando así a la distribución de la imagen. Este gesto supone una diseminación de la imagen que acabará en muy diversos lugares: cajones, desvanes, trasteros, carpetas, bolsos abandonados… haciendo de cada uno de esos espacios una suerte de cápsula del tiempo improvisada.

Obras

Prensa

Actividad realizada con la ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte